miércoles, 8 de julio de 2015

Información: activo intangible de la sociedad del conocimiento

                    Se habla de la Sociedad del Conocimiento como la sociedad donde las personas tienen un acceso ilimitado a la información generada por otros y se caracteriza por procesar a dicha información y considerar al conocimiento como un valor agregado de la economía. En esta sociedad, el conocimiento se multiplica al infinito debido a los procesos de aceleración histórica y herramientas tecnológicas disponibles.
              En el marco de la Sociedad del Conocimiento, se desarrollará justamente el Desarrollo Basado en el Conocimiento (DBC) y desde una perspectiva personal, pasaría a constituir el bagaje de conocimiento obtenido por una persona, a través del conocimiento explícito y tácito, que revaloriza y agrega un valor económico en el área de la nueva economía: la economía del conocimiento.
                    Desde un punto de vista regional, el DBC permitiría basar la economía en una economía del conocimiento y supone adoptar un punto de vista diferente tanto para evaluar situaciones como para proponer acciones en una región. Porque el punto de partida son los activos intangibles o de conocimiento, expresados a través de tres niveles: de infraestructura social del conocimiento, del desarrollo del capital humano y del sistema social de capitales.
Nonaka y Takeuchi (1995) se refieren a cuatro tipos de circulación ó conversión del conocimiento dentro de una organización: 1) socialización; 2) externalización; 3) internalización; 4) combinación de saberes explícitos. Y se adopta un nuevo punto de vista que va del concepto tradicional de la organización basada en el principio de producción de bienes; para pasar a hablar de una nueva dimensión, la cognitiva, donde el capital intelectual es la fuerza primera que poseen las organizaciones para crear, emplear y transferir sus conocimientos.
            Ellos se refieren a un conocimiento más abacartivo, que comprende tanto el saber explícito como el tácito. El saber explícito, expresado en palabras y números, es transmisible y compartido en forma de procedimientos codificados, fórmulas científicas o principios universales. Es estructurado y transferible a través del lenguaje formal y sistemático. El saber tácito, es personalizado y de formalización compleja, es difícil de transmitir porque no tiene forma explícita; está ligado a la acción, las rutinas .
Los autores concluyen destacando la relevancia del conocimiento tácito, que al ser adquirido por experiencia y ser propio de cada uno, es una fuente importante para la innovación y es difícil de verbalizar.  
         
           Esta gestión del conocimiento propone que datos, información y conocimiento se relacionan de la siguiente manera: los datos estructurados se transforman en información y dicha información, vinculada a un contexto y una serie de habilidades personales, se transforma en saber. El conocimiento dentro de la organización ( privada o pública) , relacionado con las capacidades organizativas, se transforma en capital intelectual.
Información e Internet
         Con el ingreso masivo de sistemas de computadoras en empresas privadas  y sectores públicos; los gastos en esta materia eran incontrolables y por ello a partir de 1990 se empieza a hablar de la gestión de la información.
          Surge la necesidad de cambiar la relación costo – beneficio por el análisis de los valores y  también los sistemas informáticos, y se destaca la gestión del capital intelectual. Dicha información cambia las reglas de juego comerciales privados y públicos, porque también el advenimiento de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (NTIC) abren paso a una nueva economía.
        Las NTIC y en especial, Internet, permiten acceder a millones de informaciones, sin barreras de tiempo y espacio, con múltiple circulación de información, emisores anónimos, ubicuidad, simultaneidad, anonimato, páginas confiables y no confiables. Una sociedad real conviviendo con una sociedad virtual.
         La información se constituye por sí misma en un valor agregado de la economía y por consecuencia una gestión de la información adecuada al mundo actual, significa una información donde el saber tácito es justamente el valor agregado del capital intelectual. Frente a ello, dicha información debería ser vista conforme a: el contexto , lo global, lo multidimensional y lo complejo. 
   
        El empleo de las nuevas tecnologías y el acceso a la información no resulta equitativo desde las posibilidades de conocimiento que tiene el usuario de ellas hasta el modo de planteo de los materiales. Millones de informaciones disponibles imposibles de abarcar en tu totalidad. Informaciones gratuitas, pagas, de diferentes procedencias: privadas y públicas; de fuentes confiables y de procedencia dudosa y hasta delictual; con páginas con vacíos, dispersión, repetición de información. Por lo tanto, se plantea la necesidad de contar con información confiable, pertinente y segura.

Información: activo intangible
        La red de redes no es sólo una herramienta telemática sino también un medio de comunicación, que desafía los cánones de los medios tradicionales.
         La información comienza a percibirse como un valor agregado de la economía y constituye un elemento de poder, toda vez que quien está mejor informado o tiene el modo de propalar mayor cantidad de información, será también el poseedor de las mayores oportunidades. El tiempo y el espacio se mueven de forma simultánea en todas direcciones y las informaciones llegan de millones a millones. Por ello la necesidad de considerar o bien reconsiderar la influencia de la tecnología y de los medios de comunicación en los múltiples escenarios sociales, donde diversas temáticas nos ocupan, entre ellas la seguridad pública: la producción de ilícitos;  como así también su investigación y la prevención.
         La gestión de la información, en sus dos aspectos considerados: el conocimiento explícito y el tácito, desde los nuevos planteos de los estudios de prospectiva de la cibercultura, son elementos fundamentales, al momento de pensar en la importancia de la información y su relación con la estrategia a desarrollar por las empresas y su posicionamiento en los mercados económicos y en los ámbitos públicos mediante sus políticas de aplicación. La ecuación nos llevaría a plantear I(información) + T (tecnología) = P (posicionamiento y poder).
Mtra. Marisa Avogadro Thomé. Columna "Comunicarte", revista "Razón y Palabra", México, julio 2008. Disponible en: http://www.razonypalabra.org.mx/comunicarte/2008/julio.html

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