Fecha de publicación: 30 de junio de 2013
Desde la llegada de las nuevas tecnologías a los medios de comunicación, acceder a la información ha sido una tarea muy diferente a como se hacía antes de la implementación de las NTIC, tanto para los periodistas como para profesionales de otras áreas; académicos, estudiantes y el público en general. Con 2.405 millones de cibernautas mundiales (fuente: ww.exitoexportador.com), Internet nos abre la puerta a un mundo hiperinformado.
Una fuente de información es un lugar donde se almacena determinado conocimiento sobre un tema; y a donde se recurre para nutrirse y adquirir conocimiento científico, serio, pertinente del mismo; sobre el cual se desea profundizar.
En términos periodísticos, una fuente es el origen de la información y se puede brindar de modo directo o bien off the record, es decir: puedo mencionar la información, sin decir quién la proporcionó.
En 1974, el CIMPEC (Centro Interamericano para la producción de material educativo y científico para la prensa) daba una clasificación de fuentes, aún vigente con los años transcurridos, y las clasificaba en: fuentes regulares, específicas, circunstanciales y documentales.
Fuentes y NT
Con el advenimiento de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación y el empleo de las herramientas telemáticas, es evidente que el universo informativo se ha expandido exponencialmente y sin barreras de tiempo ni espacio.
Hoy encontramos las fuentes especificadas en 1974 como mencionábamos en el párrafo anterior, a las que se le han agregado también la posibilidad de encontrarlas de modo electrónico.
En el ciberespacio navegamos por la Red compartiendo información; la brindamos a través del correo electrónico, las listas de distribución, las conferencias electrónicas, el chat, los motores de búsqueda, los directorios, los videos. Las páginas de entidades oficiales, públicas, universitarias, de empresas, blogs personales, entre otros.
Ingresan en el universo de las fuentes de información, el ámbito de la teledocumentación: que emplea a ordenadores y telecomunicaciones para automatizar el proceso de documentación. Allí encontraremos los bancos de datos, las redes, las bases de datos documentales, las de datos informativas, por mencionar algunas.
Twitter y el material informativo
Twitter, empresa que ofrece un servicio de microblogging, los conocidos “tweets”, mensajes que se redactan en 140 caracteres, tiene en la actualidad aproximadamente unos 500 millones de usuarios. Creada en marzo de 2006 y puesta al servicio del público desde julio del mismo año, ha revolucionado el modo de difundir información.
En 140 caracteres se debe escribir un titular, un cuento, una noticia, un pedido de ayuda. A costo cero se llega de manera planetaria, sin límites de tiempo ni espacio, a un público heterogéneo. Características que deben tenerse presentes para aprender a redactar sus mensajes y para plantear una estrategia de comunicación, si es el motivo que lo ocupa.
Pensando en una escritura sintética, concentra o debería concentrar la información un contenido sustancial, llamar la atención y convocarnos a la acción de leer el material y de hacer RT(retwittear) volver a pasar el mensaje, que es el objetivo de toda persona que hace un tweet. Por supuesto, que puede buscarse un efecto sorpresa, mas este efecto es diferente, a escribir un mensaje incomprensible por ejemplo por tener errores de redacción.
Evidentemente, vista la red social Twitter como fuente de información, supone un reservorio inagotable. Por supuesto que hay que tener presente, que en estas autopistas de la información, dicha información debe reunir los requisitos indispensables de ser: confiable, pertinente y segura, para constituirse en material científico.
No menos cierto es que desde el punto de vista humano, es imposible acceder diariamente a 400 millones de mensajes, además de los que circulen por todos los medios de comunicación en sus versiones electrónicas, otras redes sociales; laborales, grupos de amigos, foros, agencias de noticias, entidades, universidades, blogs y todos los sitios que se publican de forma anónima. Los materiales reales, serios, científicos y los materiales apócrifos, engañosos, delictuales, etc.
Finalmente
El universo informativo en general y en particular para el trabajo periodístico, se ha modificado y se modifica constantemente.
El ciberespacio de la hiperinformación, está al alcance sólo de un click, por eso, a cualquiera de las fuentes a las que se deba acceder como periodista, supone siempre una tarea que se debe realizar con responsabilidad, toda vez que se debe verificar su línea de garantía, es decir la procedencia de la información, cotejarla, compararla, para luego difundirla.
El acceso a Internet ha abierto una puerta a un universo de posibilidades, pero que reside también en la responsabilidad social y personal, el uso que se hace de este medio de comunicación.
Informaciones multiplicadas al infinito. Momentos de ciberética en la sociedad de la información.
Mtra. Marisa Avogadro Thomé. Investigadora Línea Externa, Cátedra de Comunicación Estratégica y Cibercultura, ITESM, Campus Estado de México. Consultora en comunicación estratégica, información y seguridad, Argentina.