viernes, 23 de octubre de 2015

Periodismo, Ciencia y Red en tiempos de guerra

                           
 Abril de 2003

         Hace casi cincuenta años nacía en Europa el periodismo científico; luego de realizarse la Primera Conferencia Mundial de Usos Pacíficos de Energía Atómica en 1955 en Ginebra, Suiza; tras haberse tirado la primera bomba atómica durante la Segunda Guerra Mundial.
Hoy, siendo el año 2003, en un conflictivo contexto mundial globalizado, no dejan los seres humanos de aprender sobre temas científicos, debido a una situación bélica.

         La guerra entre Irak y los Estados Unidos nos pone al tanto de la bomba electrónica, los misiles Tomahawk, la telefonía satelital, las transmisiones vía Internet, el videoteléfono.
Qué tiempos paradójicos si pensamos que la humanidad se entera de que Estados Unidos habría fabricado una bomba electrónica, por ejemplo, a través del directorio Yahoo, en su sección internacional del 18 de marzo, donde observamos que una agencia noticiosa internacional informa que "Los analistas militares pronostican que las fuerzas estadounidenses probarán una nueva "bomba electrónica" durante la anticipada invasión de Irak para cegar, ensordecer, enmudecer y paralizar las fuerzas del presidente iraquí Saddam Hussein.
La bomba, que se mantienen en secreto, crea un breve pulso de microondas suficientemente poderoso para corromper computadoras, enceguecer sistemas de radar, silenciar radios, desencadenar apagones y desactivar los sistemas de encendido electrónicos de vehículos y aviones.
Serían útiles contra cualquier adversario que dependa de sistemas electrónicos", observó Loren Thompson, analista de defensa en el Instituto Lexington, un centro de estudio en Arlington, Virginia.(AP)
        O bien explicar con gráficos y dibujos que el mencionado misil Tomahawk es de largo alcance y muy difícil de detectar porque emite muy poco calor. Que se lanza desde un barco, que desciende a vuelo rasante y copia el terreno; que puede usar satélites si no tienen referencias topográficas para llegar al target y que cuesta aproximadamente 1,2 millones de dólares.

         Evidentemente, vuelve a ser la temática de la guerra, el empleo de armamento, una nueva cita del impulso del periodismo de la ciencia.
Mas es imposible dejar de pensar en el nuevo escenario social que ofrecen las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (NTIC) y ahora un nuevo escenario de trasmisión bélica.

          Frente a la Guerra del Golfo (1991) trasmitida hegemónicamente por la cadena CNN, hoy la red de redes y las NTIC abren el panorama mediático a la guerra del "tiempo real".
Sí, estamos viendo al mismo tiempo en que se producen los acontecimientos bélicos. Internet nos permite salir al aire por radio, enviar videos, mandar las noticias por e-mail con archivos. Tiempo y espacio son coordenadas ahora modificadas. El concepto de inmediatez periodística traspasó la barrera del "día para el periódico" y por supuesto para la radio y la televisión.
Los medios de comunicación no precisan enviar grandes despliegues técnicos para trasmitir. Basta un o una corresponsal debidamente equipado con NTIC a saber: una computadora portátil, con conexión inalámbrica a Internet, vía satélite. O bien dotar al reportero de radio con teléfonos móviles o al de televisión con un videoteléfono.

          Ya no es un relato de ciencia ficción. Es la posibilidad de recepcionar la guerra desde su escenario con tiempo simultáneo al de los hechos. Imágenes, sonidos, ataques aéreos, muertos, cadáveres, hospitales, ciudades que van yaciendo sobre columnas de fuego...
La red es "el medio de comunicación" del Tercer Milenio. Transmiten la guerra todos los que lo desean: las grandes cadenas televisivas que han creado sus sitios web; con informes especiales de la guerra. No son trasmisiones unilaterales, pues todos los países, desde sus medios de comunicación que tiene sitios web, propalan las informaciones y dan su versión, incluidos los países del Medios Oriente y los sitios abocados al tema del terrorismo. Tenemos los sitios de las cadenas informativas: ABC, CBS, NBC, CNN y una larga lista. A la que se le agregan los sitios web de instituciones no gubernamentales; los de directorios y diversos servidores de la red y también particulares abocados al tema.

          Todos los directorios de Internet tienen sus boletines de la guerra y segundo a segundo un caudal informativo imposible de acceder en su totalidad, nos da su versión de la misma. A modo de ejemplo, en algunos buscadores al ingresar la palabra "Irak", remiten a 2.860.000 entradas en una búsqueda que demanda 0,05 segundos.
Evidentemente las herramientas telemáticas permiten otro tratamiento del material tanto informativo como interpretativo y de opinión; ya que desde los diferentes sitios web, se ofrecen galerías de fotografías, gráficos animados, gráficos interactivos, galerías multimedia, foros sobre el conflicto de armas; ventanas que remiten a la sección multimedia o bien a la sección interactiva. En algunas versiones on-line de periódicos mundialmente conocidos, se accede a estos sectores, llenando el formulario de membresía y en otros, están a disposición de quien realice un click en el mouse.

           Si en sólo fracciones de segundos podemos acceder a un verdadero bombardeo informativo, este nuevo escenario social nos depara también varias incertidumbres. Queda nuevamente flotando la idea de un planteo ético, que desde el medio del que se trate, permita a las personas ejercer su juicio crítico en libertad, con la esperanza de que la humanidad comprenda que somos tan sólo seres humanos y que frente a la soberbia del poder y la omnipresencia, se encuentren los caminos de certidumbre que nos conduzcan a la paz.

Mtra. Marisa Avogadro. Columna "Comunicarte", revista "Razón y Palabra", México, abril de 2003. Disponible en: http://www.razonypalabra.org.mx/comunicarte/2003/abril.html