Llegué a la confitería habitual, me senté y todo fue especial. La mente relajada y las ganas de escribir.
Como siempre, había que elegir: el perfume intenso y el sabor suave del colombiano; el ligero aroma del brasileño; o el torrado intenso del italiano.
Pensé en el que tenía frente a mis ojos. Ese que hacía sentir la mezcla de chocolate y néctar. Ese que tenía el color de tus ojos cuando me miran con deseos. Era mi café a las letras, el que saboreaba día a día, en mañanas soleadas, cuando me escapaba para escribir. Para viajar con el pensamiento a lugares remotos, a azules mediterráneos, hasta llegar a tu piel y mis dedos.
Café a las letras... Y siguió mi lápiz deslizándose por la servilleta de papel, dibujando un te quiero.
Marisa Avogadro Thomé. De su libro "Pasión a la Madrileña. Cuentos Gastronómicos A la carta". Mar y Arte Ediciones, amazon.es, kindle, julio de 2014.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.