jueves, 28 de julio de 2016

Identidad digital: el derecho a proteger su información y cuidar su privacidad



Cualquier ciudadano de este planeta, sin distinción de credo, raza, geografía; y con el sólo hecho de ser un usuario de Internet y tener un correo electrónico; puede ser de repente elegido para recibir un correo electrónico que no solicitó y que además lo sorprende por su contenido.

En variadas ocasiones, algunas empresas invocan en su correo electrónico un aviso presentándose como si fuera alguien a quien podría conocer y que quiere que vea en su sitio, una foto “sexy” de él para que la califique. Y que aproveche y envíe usted la suya expresando: “Si subes tu foto podrás saber que tan sexy eres a los ojos de los demás y conocer gente de todas partes”.

Si, son tiempos de nuevas tecnologías; donde la sociedad asiste a numerosos cambios. Cambios de roles, de educación, de seguridad y una larga lista. Por ello son momentos de comenzar a ver diferencias y decidirse por cambios de actitud, para que la seguridad que tanto nos desvela, nos encuentre bien informados y no desprevenidos.

Fotos, citas, e- mails

Le interesa a la gente recibir un mensaje con contenidos no solicitados? De una persona aparentemente conocida?. Es legal que haciéndose desconocedores de todas las regulaciones contra el spam y sin mencionar articulado ninguno, personas desconocidas le expliquen que el remitente colocó su dirección en esa lista y que le aseguran que no van a divulgar sus datos?. Además, si verifica, siempre le solicitan “hacer click” o contestar, en una dirección web y encargan “no responder a este correo”.

En definitiva, respaldados con “identidades ficticias”; redirigiéndonos a otros sitios y respaldados por correos electrónicos también con datos apócrifos; estas personas llegan a través de Internet a los hogares de miles y miles, tanto en el tema de colocar “fotos sexys y conseguir citas”, como en temas económicos, entre otros.

Basta con figurar por alguna actividad con datos de procedencia, para que los programas capturadores de datos lo coloquen en una lista, y se transformen en receptores de estos mensajes.

Identidad digital y ética

Como siempre manifestamos a través de este espacio, no se trata de polarizar situaciones, ni de no hablar de determinados temas, en este caso de ofrecimiento de un lugar donde encontrar fotografías “sexys” y conseguir amigos. Pero de lo que sí se trata, es del derecho de los ciudadanos y ciberciudadanos a no ser sorprendidos en su buena fe. A no recibir correos electrónicos con direcciones “disfrazadas”, a no recepcionar correos no solicitados ni ser luego víctimas de engaños con material fotográfico. Y a respetar su vida privada.

Internet, la red de las ventajas y las desventajas, que nos acerca y nos aleja, la de las oportunidades y las desigualdades; sigue constituyéndose en la puerta de entrada de oportunidades para gente cuyo negocio podría ser el comercio con actividades sexuales y venta de datos personales. No sólo el problema del uso del correo electrónico se da en estos temas, es muy vasta la temática y se puede abordar en otras oportunidades.

Recordemos en estos últimos meses cuántas redes de pedofilia han sido puestas al descubierto y que operaban con identidades falsas, comerciando con la vida de los niños.

Estar prevenidos, por el momento, sigue siendo el mejor camino frente a los ciberdelitos que se cometen en la Red. O al menos, a los que se quieren cometer y pueden ser evitados, si tomamos conciencia, que en éste, como en otros temas, la decisión es nuestra. Ser personas socialmente responsables; conocer que no todo lo que aparece en Internet es científico, pertinente, confiable. Que tras el anonimato se enmascaran aquellos que encuentran en los ilícitos su forma de vida. Y que una buena manera de poder contener estas situaciones, ante espacios en blancos desde lo legal, es justamente el ser ciudadanos responsables. Entonces, no responder a estos mensajes o ingresar datos en los enlaces (links) que dejan especificados; porque más allá de que no les interese contratar los servicios que ofrecen, al responder les están dando a ellos una confirmación de que usted sí es la persona que dice ser y que la dirección electrónica que ellos tienen es la correcta.

Para que en el próximo correo electrónico, podamos decirle que “no” a los anónimos de siempre, a los que cometen actos ilícitos porque nunca dan la cara, ni tienen que escribir el nombre y el número de documento de identidad.

Tiempos de nuevas tecnologías, tiempos de cambio … Tal vez de cambios de actitud, que nos permitan recobrar la esencia de las personas y recordar que la ética existe y que tal vez el cambio necesario sería hacer uso de ella.

Mtra. Marisa Avogadro Thomé. Columna "Comunicarte", revista "Razón y Palabra", México, 2010. Disponible en: http://www.razonypalabra.org.mx/comunicarte/2010/carte10_abr_privacidad.html

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