Desde el 1995, los franceses conmemoran los 13 de setiembre el Día Internacional del chocolate. El chocolate, palabra derivada de la lengua nativa nahualtl: xocolātl; se obtiene de la planta del cacao, oriunda de nuestras tierras americanas. La historia refiere a que ya en México los mayas y aztecas consumían bebidas de chocolate y también en tierras guatemaltecas.
Lo cierto es que con el paso del tiempo esa bebida se extendió a todas partes y que ha sido y es motivo de una industria que lo comercializa en diferentes sabores, variedades, combinaciones y que la literatura entre otras artes, lo tienen como lei-motiv.
La elección del 13 de setiembre como Día Internacional del chocolate se debe al nacimiento en 1957 del estadounidense Milton Hershey, fundador de The Hershey Chocolate Company y además, a que ese día en el 1916, nació el escritor británico Roald Dahl, autor de Charlie y la fábrica de Chocolates.
A continuación les brindo unos cuentos de mi autoría dedicados al chocolate y que forman parte de mi llibro: Pasión a la Madrileña. Cuentos Gastronómicos A la carta. Mar y Arte Ediciones, Argentina, octubre de 2015.
Lentamente
comenzó a saborear sus suaves y carnosos labios. Respiró profundamente, la
abrazó y unió sus labios a los de ella con pasión. Inmediatamente el cuerpo de
ella tembló sin poder ocultar el sentimiento.
Sintió fundirse en su boca chocolate negro.
Sintió toques de pimienta que aumentaron su deseo. E inmediatamente después,
corrió por sus brazos leche de coco, que él pasó con dedicación, para que el
sol brillara en su piel fresca. Y luego de la frescura, volvió el calor y el deseo.
Comenzó nuevamente a besarla, bajo el ardiente sol de enero
Chocolate amargo
Fresco,
estaba como todas las tardes cuando paseaba por el bosque de pinos y cedros.
La lluvia había mojado
las tierras y todo estaba impregnado a aromas de lavanda y de sentimientos.
Esa tarde era sólo calma
y silencios. Realmente disfrutaba de caminar a paso lento. Altas copas miraban
al cielo como sus pensamientos. Eran verdes, amarillos, marrones. Era otoño,
cuando caen las hojas de los árboles y crujen bajo sus pies y el viento.
Sintió el llamado a la
distancia y giró rápidamente la cabeza. Otra vez falsa alarma. Caminó otros
pasos bajo un sabor a chocolate amargo. Nuevamente el sonido d al distancia y
otra vuelta. El lejano zumbido del aire entre el follaje era igual a esa voz
fresca, cristalina, de María; cuando el viento la traía hasta sus oídos. Otra
vez la confusión y el desconcierto.
Entre el tintinear de las hojas, los ocres del tiempo, de nuevo el
sabor a chocolate amargo y los pinos y los cedros.
Es invierno. En esta época
toda la gente toma chocolate caliente con vainillas, salvo El. Pinos, bosques, recuerdos…
Marrón tierra
Desde las raíces se encarna
mostrando la faz de la tierra.
Fuerza, ebullición, fortaleza.
Marrón de madre y de siembre.
Marrón de montaña y origen,
de nueves y almendras.
De sabor y olores mezclados.
de tiernas ausencias.
Marrón de chocolate caliente
de recuerdo de adolescencia.
Marisa Avogadro Thomé. Escritora - Periodista
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