La temática de la seguridad que tan en vilo nos tiene a
todos los ciudadanos, especialmente a los latinoamericanos, es sin lugar a
dudas tema central de las agendas de los medios de comunicación (agendas
setting) y debería serlo de las agendas de políticas públicas.
El
vocablo seguridad proviene del latín “securitas”: cualidad de seguro y seguro
significa: libre y exento de todo peligro, daño o riesgo.
Podemos
señalar la época de los faraones, donde existían custodios de los templos,
vestidos con túnicas azules y considerados por algunos autores como los
precursores de los representantes de la seguridad pública y de cuya vestimenta
tomaría el color, el uniforme de las fuerzas policiales.
Asimismo,
la palabra policía deriva del griego polis: ciudad y se empleó este vocablo
para referirse a todas las actividades de una sociedad y la vida que en ella se
desarrollaba, sujeta a determinadas normas e individuos encargados de
protegerlas.
Por
lo tanto, el tema de la seguridad como el de la policía, han estado presente en
todas las civilizaciones, desde tiempos remotos, independiente del nombre que
se les haya asignado. En Egipto, unos 1000 años A. de C., existían oficiales
públicos encargados de funciones de policía. En el Siglo I D. de C , en el
Imperio Romano, los funcionarios públicos llamados lictores, eran guardianes de
los magistrados.
Pasados
miles de años, la seguridad pública sigue siendo tema central de las agendas de
políticas públicas de los gobiernos en sus diferentes niveles: provinciales,
regionales, nacionales , internacionales y de los temas de interés central de
la política editorial de los medios de comunicación (agendas settings). A lo
que se le ha sumado, desde hace unos 15 años, la seguridad privada, en
constante crecimiento en América Latina debido al aumento de la violencia
social y el incremento de delitos, donde duplica y hasta triplica el numerario
de personal de seguridad pública. Y por último el tema de la seguridad
ciudadana.
En
este devenir histórico, evidentemente se ha asistido a numerosos cambios y
ahora, estamos frente a un nuevo contexto, el del universo de la sociedad de
las nuevas tecnologías, que incide directamente sobre la vida de las personas,
el desempeño de roles, nuevas formas de acción y conducción, en un momento
histórico de la vida del ser humano: la convivencia paralela y simultánea de
dos sociedades. Por una parte una real y por otra la virtual; donde deberemos
considerar las ventajas y las desventajas de las nuevas tecnologías de la
información y la comunicación (NTIC) y la aplicación de las mismas, a los temas
de seguridad y frente a un nuevo modelo de sociedad, un nuevo paradigma de
seguridad.
Seguridad
Pública, Privada y Ciudadana
Definimos
a la Seguridad Pública como: una función estatal indelegable. Consiste en
mantener el orden público; proteger la integridad moral y física de las
personas, su patrimonio, ya sea de forma individual o colectiva; prevenir la
comisión de delitos e infracciones a las leyes y reglamentaciones de un país;
colaborar en la investigación de los delitos y sus responsables; auxiliar a la
población en casos de siniestros y desastres.
La
Seguridad Privada, es uno de los sectores que ha experimentado y experimenta
mayor crecimiento en todo el mundo en los últimos diez años. Pensar en términos
de seguridad privada, presupone también observar una franja del mercado laboral
en constante aumento, si se tiene en cuenta que en la mayoría de los países
latinos, el personal de seguridad privada está sobrepasando en número al total
de las fuerzas públicas de seguridad. Con un crecimiento explosivo; un servicio
que no suplanta en funciones y roles al que ofrece la seguridad pública, porque
la ley así lo estipula. Con funciones que se están ampliando en la medida que
están creciendo los conglomerados urbanos y sus espacios “híbridos”.
Definimos
a la Seguridad Privada como: la seguridad de las personas en cuanto a su
integridad física y sus bienes. Acción realizada por entidades u organismos
cuyo objetivo es la protección de personas y bienes propios o dados en
custodia, dentro del ambiente en que se desarrolla su quehacer conforme a la
ley. Es un complemento de la seguridad pública.
Finalmente,
Seguridad Ciudadana como: conjunto de condiciones sociales, políticas,
económicas, culturales e institucionales que garantizan el adecuado y normal
funcionamiento de la comunidad y la convivencia ciudadana.
Comunicación para la Seguridad: una estrategia
La
palabra comunicación, viene del latín "communicare", que significa
poner en común. Comunicar es: compartir, asociar y lleva implícita la idea de
participación en interacción.
Se
habla de comunicación como el intercambio de actitudes, sentimientos, entre
otros, que se establecen entre los individuos. También como el proceso que pone
en contacto dos polos: el comunicador ( emite un mensaje) y el perceptor (
recibe, analiza y responde al mensaje) , mediante un canal, un mensaje , de
acuerdo con un código compartido por ambos, con un referente; en un contexto,
inscripto en una formación social, bajo una forma interactiva
(retroalimentación). En términos aristotélicos se puede decir que siempre que
una persona desea comunicar algo a alguien, está presente la idea de la
persuasión y que por lo tanto siempre que se "comunica" se lo hace
con una intención.
Transcurridos
más de dos mil años, instalados en el Tercer Milenio, vivimos en una sociedad
interconectada, donde las nuevas tecnologías de la información y la
comunicación (NTIC), entre ellas Internet, ofrecen variadas posibilidades de
trasmisión y generación de información, traspasando barreras geográficas y
culturales y recorriendo el mundo en tiempos antes impensados.
Conviviendo
una sociedad real con hechos reales y una sociedad virtual, que se transforma
en un nuevo escenario de ilícitos, producidos en el mundo virtual pero de
absoluta incidencia en el mundo real, encontramos nuevos paradigmas sociales,
de seguridad y de “modus operandis” en el ámbito delictual.
Por
ello, sería oportuno pensar en términos de lo que he dado en llamar:
comunicación para la seguridad. Definiendo a la Comunicación para la Seguridad:
como una rama de la comunicación que se encarga de realizar el nexo de unión
entre los ciudadanos, los organismos públicos y privados; empresas, entidades
no gubernamentales; para generar lazos de unión y certezas, contribuir al
bienestar de los individuos en el seno social y aportar alternativas de
solución en temas de seguridad tanto pública como ciudadana y privada.
Tiempos
de cambios, de una nueva mirada complementaria, desde la comunicación para la
seguridad. Una visión de inteligencia estratégica que sólo será posible desde
la realización de acciones de personas responsables, comprometidas con la ética
y que cuenten con pertinencia para cumplir desde sus roles, con el compromiso
social de brindar seguridad a los habitantes de un país.
Mtra. Marisa Avogadro Thomé. Investigadora Línea Extgerna, Cátedra de Comunicaciones Digitales Estratégicas, ITESM, Campus Estado de México, México, Columna "Comunicarte", revista "Razón y Palabra", abril 2010.